martes, 31 de diciembre de 2013

Demostración de la reencarnación a través del arte perdido del lacrado.

Desde la Antigüedad, el arte de lacrar para garantizar la autoría de la oficialidad se ha desarrollado progresivamente hasta nuestros días. Las primeras culturas que usaron sellos para certificar documentos fueron las mesopotámicas y las asiáticas. El arte del grabador se refleja en cada una de sus obras, siendo en estas su mano claramente reconocible e imposible de reproducir por otra persona, garantizando por lo tanto su unicidad y autenticidad.

Como gran estudioso de la sigilografía, me topé por casualidad con esta fotografía de un sello del siglo XVIII:



En él se puede apreciar un Árbol de la Vida junto a las iniciales C y A. Y lo que pensé solo verlo y os puedo decir que estoy de ello 100% seguro, que este sello lo grabé yo con mis propias manos.

Cuando uno trabaja el metal con sus manos, está creando algo que surge directamente del alma que es la que guía el buril. Se crea una relación de paternidad que es reconocible en cada una de las piezas del artista.

Se tan cierto que yo en el siglo XVIII no había nacido como que este sello de lacre es mio. Si, lo he hecho yo, no un antepasado mio, por lo tanto he renacido otra vez y me he encontrado con una de mis obras.

Debido a mi avanzada edad, tenía claras mis creencias, pero este descubrimiento me indica que tendré que remeditarlas por completo, un trabajo altamente agotador y no se si tendré fuerza para realizar.

Os dejo mi interpretación moderna del sello para invitaciones de boda del Árbol de la Vida con iniciales que es el que produzco con notable éxito para Royal Lacre:



viernes, 20 de septiembre de 2013

Un pedido extraño, Símbolo Arcano

Marcel ha visto cosas poco usuales a las que no estamos acostumbrados quienes no hemos tenido la suerte de dedicarnos al trabajo artesanal.

Hace unas semanas, recibió un pedido poco usual de tierras francesas, de Mouilins, en Averoigne; se trataba de un diseño en forma de estrella de cinco puntas, en cuyo centro había grabado una especie de ojo o llama.

El pedido, además, estaba hecho en letra manuscrita y contenía algunas indicaciones difíciles de comprender. Cuando Marcel me enseñó el papel y leí "Sceau des Anciens", me quedé intrigada e hice algunas averiguaciones.

Al parecer, nuestro cliente estaba interesado en poder lacrar una caja de madera de unas dimensiones concretas con varios sellos de lacre que portaran dicho símbolo; éste se trata de un pentáculo, o como indican algunas obras especializadas en magia, el tetragramaton, o el símbolo arcano de los antiguos.


simbolo arcano lacre



El pedido iba firmado con dos iniciales, H.P. Además, resultaba ser extremadamente urgente y en la carta se incluía esta línea: "parce que vous ne pouvez pas comprendre l'incroyable péril qui nous menace a tous si l'envoi n'arrive pas à Moulins cette semaine."


A mi me pareció todo el asunto demasiado extraño, pero Marcel sin decir palabra dejó el resto de sus pedidos para trabajar en éste lo más deprisa que pudo.



simbolo arcano lacre


simbolo arcano lacre



El pedido fue enviado en un solo día, y al cabo de una semana recibimos una carta que tan sólo decía lo siguiente: "Merci beaucoup. Le monde est un peu plus sûr aujourd'hui."

martes, 30 de julio de 2013

El arte del grabado: Sello de lacre para bodas, modernista

Marcel Escofet ha dedicado los últimos meses a perfeccionar la línea de grabados de sellos de lacre para Royal Lacre.


Entre sus últimas creaciones concebidas, Escofet ha dedicado tiempo a diseñar un motivo modernista inspirado en la joyería que caracterizó el periodo de florecimiento de las artes decorativas catalanas entre 1890 y 1900. Podría decirse que esta pieza es el sello de lacre definitivo del arte modernista de Barcelona.


Personalizado para sello de lacre de bodas, la inspiración del sello modernista empieza en la impresión que las calles del Eixample y Ciutat Vella causaron en Marcel Escofet a su primera visita a Barcelona, en 1969. En las visitas siguientes a la ciudad, Escofet se inspiró en libros de grabados y museos para recrear las formas características del modernismo catalán, desarrollando un estilo tributario con el que homenajear el genio de la ciudad condal.


El sello modernista de Barcelona representa a una hada dentro de un corazón, ambos motivos característicos del modernismo y del simbolismo. En cada una de las respectivas alas de la "fada", las iniciales de los novios descansan en relieve sobre las membranas. El corazón recuerda el "cop de fuet" característico del organicismo modernista y sus formas florales.

Marcel Escofet ha sabido grabar la distinción y el clasicismo en un sello de lacre inolvidable.

lunes, 29 de julio de 2013

Biografía de Marcel Escofet Delseny


Nacido en Argelès-Sur-Mer, el 1939, Marcel Escofet vivió los años duros del exilio junto a su madre, Aurora Serrat, en el campo de concentración del Rosellón. Poco después fue cuidado en la clínica de Elna quedando huérfano. Su padre, Ramón Escofet, había muerto en 1938 durante la batalla del Ebro.


Pasó su infancia adoptado por el matrimonio M. et Mme. Delseny en las cercanías de Narbonne, y de quienes adoptó el apellido Delseny. Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, Marcel cursó estudios secundarios en el liceo de Narbonne. Sin embargo, tras su paso por el Lycée des métiers, donde aprendió el oficio de artesano grabador, decidió marcharse a la ciudad de Marsella con solo 18 años, donde encontraria su primer trabajo como pulidor en un taller de llantas del Vieux Port.

Durante los años 1960, Marcel perfeccionó su oficio trabajando en varios talleres de grabación, hasta que, finalmente, entró a trabajar en el taller de los renombrados "Villepin et fils", en Toulon, la Provenza, especializándose en repujados artesanales para platería y cañones de escopeta.


En 1969 visita España por vez primera, y por su paso por Barcelona conoce a la família Escofet. De ahí surgirá una estrecha e íntima relación con la ciudad y su familia natural que terminará con el traslado final de Marcel a Barcelona, en 1976, al año siguiente de la muerte del dictador. Finalmente en 1978 se casa con Maria Antònia Agulló, y al cabo de dos años tienen una hija, María Escofet-Delseny Agulló, actualmente abogada.

Desde entonces, Marcel Escofet se dedica únicamente a los acabados y al diseño. Es en los talleres Omella de Barcelona, donde encontró el lugar para desarrollar su capacidad creativa y ponerla en la práctica sobre los acabados